Un matraz de laboratorio es un recipiente, generalmente de vidrio, que forma parte de la categoría básica de equipo de laboratorio conocida como vidriería de laboratorio y se utiliza para contener volúmenes más grandes que un simple tubo de ensayo. sirve en los laboratorios
En los laboratorios y en otros entornos científicos, generalmente se le llama simplemente matraz. Los matraces tienen varias formas y una amplia gama de tamaños, pero su aspecto distintivo común en sus diferentes formas, aparece como un recipiente con un cuerpo ancho y una (o a veces más) secciones tubulares abiertas, más estrechas, en la parte superior, a las que se denominan "cuellos". Los tamaños de los matraces de laboratorio están especificados por el volumen que pueden contener, generalmente en unidades métricas como mililitros (ml) o litros (l).
En la(s) abertura(s) en la parte superior del cuello de algunos matraces de vidrio, como en los matraces de fondo globular, retortas o, a veces, matraces volumétricos o aforados, hay juntas exteriores (o hembras) de vidrio esmerilado ahusado (cónico). Algunos matraces, especialmente los volumétricos, vienen con un tapón o tapa de caucho de laboratorio para cerrar la abertura en la parte superior del cuello. Estos tapones pueden estar hechos de vidrio o plástico. Los de vidrio suelen tener una superficie de junta de vidrio esmerilado interior (o macho) cónica a juego, pero a menudo basta con un tapón de calidad. Los matraces que no vengan con esos tapones especiales, pueden taparse con un tapón de goma o de corcho.
Los matraces se pueden utilizar para preparar soluciones o para contener, recoger o, a veces, medir volumétricamente productos químicos, muestras, soluciones, etc. para reacciones químicas u otros procesos como mezclar, calentar, enfriar, disolver, precipitar, hervir (como en la destilación) o analizar.